3/9/25

Reseña | La maldición en la sangre


  • Título:
     La maldición en la sangre
  • Autor: M.L. Wang
  • Editorial: Umbriel
  • Número de páginas: 512
  • ⭐ ⭐ ⭐ ⭐  Goodreads

Durante veinte años, Sciona ha dedicado cada momento de su vida al estudio de la magia, impulsada por el loco deseo de lograr lo imposible: convertirse en la primera mujer en ser admitida en el Alto Magisterio de la Universidad de Magia e Industria.​ Cuando Sciona por fin hace realidad su ambición y se convierte en una alta maga, descubre que sus desafíos apenas han comenzado. Sus nuevos colegas están decididos a hacerla sentir incómoda y, en lugar de un asistente de laboratorio calificado, le asignan un conserje.​ De lo que ni Sciona ni sus compañeros se dan cuenta es que su taciturno asistente no siempre fue un conserje. Diez años atrás, era un cazador nómada que perdió a su familia en su peligroso viaje desde las llanuras salvajes hasta la ciudad. Pero ahora ve la oportunidad de entender las fuerzas que diezmaron a su tribu, lo expulsaron de su tierra natal y mantuvieron a los privilegiados en el poder.​ Al principio, la maga y el forastero mantienen una relación conflictiva. Pero mientras trabajan juntos, desentrañan un antiguo secreto que podría cambiar el curso de la magia para siempre… siempre y cuando no los mate primero.​

La maldición de la sangre combina la fantasía con el dark academia y, personalmente, la he devorado. Es mi primer contacto con la autora y la verdad es que no esperaba una novela tan adictiva y sorprendente, a pesar de que innumerables personas me la habían recomendado.

En primer lugar, lo que quisiera destacar es la espectacular caracterización y ambientación que lleva a cabo la autora. Desde el primer capítulo, que comienza de forma magistral, nos adentramos en un mundo misterioso en el que la Maldición opera arrebatando la vida de aquellos que llevan a cabo la travesía. Aunque tardaremos bastante en comprender cuál es el origen de la Maldición y cómo opera realmente.

Posteriormente, se nos presenta a Sciona Freynan y comprenderemos qué es la magia y la importancia que esta tiene en el mundo; cómo opera, a través de qué aparatos y qué elementos son necesarios para llevarla a cabo. De hecho, de la mano de Sciona conoceremos a los altos cargos de la Magistería de Tiran y su titánico esfuerzo por hacerse un hueco en un mundo de hombres. Esto se debe a que la alta magia está reservada para los hombres, únicamente se permite a una mujer hacer la prueba cada diez años y, aunque no hay precedente de que ninguna lo haya logrado previamente, Sciona está dispuesta a ir en contra de cualquier estadística o probabilidad y demostrar su valía.

No obstante, Sciona no es el único personaje relevante de esta novela. Nadie puede terminar La maldición en la sangre sin haberse encariñado con Thomil y Carra o con alguno de los secundarios. Lo que me ha gustado especialmente es que no cae en idealismos fáciles, ninguno de los personajes es puramente bueno o malo, son personas con muchas diferencias y con preocupaciones propias que ven la realidad de forma parcial. No son omnipotentes y no sabría decir si son finalmente egoístas o no, pues sus actos no se podrían juzgar sin llevar puestos sus zapatos. Esto le ha dado una gran verosimilitud a la historia y ayuda al lector a empatizar y comprender mejor sus acciones.

Si bien la ambientación es realmente novedosa e interesante, la narración ágil y dinámica, así como los personajes tan bien construidos, con motivaciones propias, sesgos personales, creencias irracionales y grandes virtudes, hacen que la lectura de La maldición de la sangre sea muy amena. Cuando te des cuenta seguramente ya te encuentres completamente dentro de la trama y casi por la mitad de sus páginas porque es realmente adictiva. Como os decía, me leí esta novela en apenas un par de días, no podía dejar de leer y quería saber cómo iba a terminar todo ya que tiene muchos giros argumentales que no puedes ver venir y que dejan al lector con la miel en los labios de lo que se vendrá después.


Además, a pesar de que la trama es bastante compleja y cuenta con una serie de problemas que podrían hacer que llegar a un final sólido fuese una ardua tarea, estoy realmente satisfecha del cierre que le han dado. Es un final desgarrador para el lector que se ha sumergido en la novela y se ha encariñado de los personajes, pero pienso que no habría una alternativa mejor. El final representa, queramos o no, un grito por la libertad y los derechos de todos aquellos que se consideran ciudadanos de segunda y nos evidencia que las luchas sociales no siempre son pacíficas y no tienen que serlo, porque en muchas ocasiones es necesario romper algunos platos para conseguir algo grande.

A lo largo de toda la historia, la autora, M.L. Wang realiza varias críticas sociales que son, en gran medida, lo que hace a esta novela especialmente relevante. No solo en el personaje de Sciona, que se ve obligada continuamente a pelear por ser respetada, por hacerse un hueco en la Alta Magistería lidiando con la condescendecia de sus compañeros e incluso los malos tratos y agresiones sexuales. También Tariel es una sociedad profundamente jerarquizada en la que gran parte de la sociedad se ve obligada a vivir en condiciones de pobreza extrema porque son considerados animales. No ya ciudadanos de segunda, como muchos ven a Sciona, sino meros bárbaros sin civilizar que adoran a dioses paganos y reniegan de la verdad.

Veremos como muchos personajes tratan mal a este grupo de individuos, les agreden e incluso les torturan simplemente por placer, porque ellos no son considerados seres humanos y sus vidas no resultan relevantes. Con ello la autora no solo hace una profunda critica al colonialismo, poniendo en evidencia las doctrinas de los magos que se encuentran recogidas en sus textos sagrados, y mostrando como la verdad muchas veces se encuentra edulcorada y esconde mentiras que nadie quiere aceptar, también reflexiona sobre los verdaderos motivos para considerar que alguien no merece respeto ni un trato digno, así como la culpa y responsabilidad del mal. La filósofa Hannah Arendt ya abordaba estos temas aludiendo a la banalidad del mal, ya que los actos atroces no siempre son realizados por personas malévolas, sino que, en la mayoría de los casos, son personas normales que se niegan a asumir las consecuencias de sus actos, que deshumanizan para poder continuar, que prefieren olvidar las consecuencias de sus acciones o que simplemente acatan ordenes sin reflexionar sobre si es o no ético seguirlas.

Relacionado con este asunto, M. L. Wang aprovecha el conflicto de la trama para que el lector reflexione sobre las propias acciones y hasta qué punto estamos realmente comprometidos con hacer algo para beneficiar a los demás, o si lo haríamos aunque ello traiga consigo problemas para nosotros mismos y nuestros seres queridos. A través de los ojos de Sciona también veremos cómo, en muchas ocasiones, no somos conscientes de nuestro propio sesgo y de nuestro propio privilegio.

Realmente, La maldición en la sangre, es una novela amena, ágil y entretenida que empleando los hechizos  y la magia nos lleva a cuestionar nuestra propia preocupación por aquellos que no gozan de nuestras mismas condiciones, repensar los derechos humanos, la igualdad y la dignidad que todos se merecen a la par que nos lleva a cuestionar cuánto de nuestra ética no es más que un mero panfleto teórico que oculta tragedias y horrores de los que todos somos cómplices.


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