9/12/21

Reseña | El amor en los tiempos del cólera

 

El amor en los tiempos del cólera - Gabriel García Márquez

Debolsillo | 493 pág. 

Goodreads ⭐ ⭐ 

De jóvenes, Florentino Ariza y Fermina Daza se enamoran apasionadamente, pero Fermina eventualmente decide casarse con un médico rico y de muy buena familia. Florentino está anonadado, pero es un romántico. Su carrera en los negocios florece, y aunque sostiene 622 pequeños romances, su corazón todavía pertenece a Fermina. Cuando al fin el esposo de ella muere, Florentino acude al funeral con toda intención. A los cincuenta años, nueve meses y cuatro días de haberle profesado amor a Fermina, lo hará una vez más.




Hace casi medio año, cuando estaba viendo una película, se mencionó esta novela y, aunque cuando estaba en segundo de bachillerato juré y perjuré que no volvería a leer nada de este autor por lo poco que me había gustado Crónica de una muerte anunciada, decidí apuntarme el título y darle una oportunidad. No quise ni leer la sinopsis antes de empezar con ella, no quería hacerme expectativas, ni buenas ni malas, sobre ella. Además, llevaba un tiempo sin leer novela porque estos meses me dediqué a adelantar libros sobre filosofía que tenía pendientes, y quería evitar decepcionarme por si, posteriormente, me daba de bruces con un bloqueo lector. Puede sonar a tontería pero lo cierto es que, con frecuencia, me veo bloqueada si no consigo engancharme a una novela a la que le tenía ganas y tardo bastante en regresar a mi avidez habitual.

De primeras, podríamos pensar que se trata de una novela de amor, de estas historias cursis que dejan al lector suspirando por un Darcy, por poner un ejemplo, pero dista mucho de la realidad. Creo que la mejor manera de dar cuenta de la trama de esta obra no es otra que lo ridículo y particular del amor. A mi parecer García Márquez ha sabido retratar las cuestiones más cotidianas del amor y lo tóxico que puede llegar a ser para las personas. Tanto el amor correspondido como el no correspondido o las idealizaciones de la persona amada. Esta ha sido, para mí, la clave de esta novela y lo que hace que sea una de las mejores de este autor, aunque esto último no solo lo digo yo, que he leído tan solo tres, sino los grandes críticos. 

“Siempre le dolía la cabeza, o hacía demasiado calor; siempre, o se hacía la dormida, o tenía la regla otra vez, la regla, siempre la regla. Tanto, que el doctor Urbino se había atrevido a decir en clase, solo por el alivio de un desahogo sin confesión, que después de diez años de casadas las mujeres tenían la regla hasta tres veces por semana”.

En esta novela recorreremos diferentes historias de amor pero se centrará especialmente en dos personajes: Fermina Daza y Florentino Ariza. Ambos se enamoran siendo unos críos, él al verla tejer junto a su tía bajo los almendros y ella a través de sus cartas y su insistencia en obtener sus favores. Pero, como no podía ser de otro modo, este no deja de ser un amor adolescente y sin el permiso paterno por lo que se va a enfrentar a una serie de obstáculos. Desde el momento uno, Florentino Ariza me irritaba, por llamar de alguna forma a la sensación que me producía el carácter de este personaje. Se trata de un joven idealista a más no poder, con una visión quizá muy platónica del amor, sufría sudores, malestar y otros síntomas solamente al pensar en ser respondido por la chiquilla a la que solamente había visto de lejos y, por el contrario, agonizaba en vida ante la posibilidad de ser rechazado. Es cierto que, por el tipo de personaje que es, sencillo, poco atractivo, etcétera creí que, a medida que avanzase la historia, me sorprendería pero lo cierto es que no he sido capaz de quitarme dicha sensación cada vez que salía en escena, cosa que, por razones obvias, se daba cada poco. 

Por otro lado, Fermina Daza no es más que una chiquilla. Creo que esto resume a la perfección su carácter y llega a justificar sus actos dado el momento. Ambos se enamoran a través de cartas de amor, cosa que, dada la época en la que nos ubicamos, estaba bastante aceptado, pero la pieza clave es que ella no deja de ser una niña que se ha encandilado del primer muchacho que parecía mostrar interés por ella. A lo largo de su correspondencia yo no dejaba de ver a una jovencita enamorándose de una idea ficticia, de un personaje que ella misma se hacía en su cabeza, de una vida que se estaba imaginando y, en parte, de las atenciones de Florentino Ariza, que se desvivía por ella de la forma más insensata posible pues, apenas un tiempo después, comienza a pensar en matrimonio y en vida en común. Por tanto, aunque sí es cierto que Fermina Daza no es justa con Florentino, si tenemos en cuenta todos los castillos en el aire que ambos habían montado, creo que su infantilismo, juventud, ingenuidad... influía mucho en sus acciones y, evidentemente, los castillos se derrumban al estar construidos sobre la nada. Por eso mismo he sido capaz de entender a Fermina pero incapaz de empatizar con el carácter pusilánime, intenso e irracional de Florentino Ariza. 

Es entonces cuando entra en juego Juvenal Urbino, un hombre de buena reputación, alto status, adorado por la familia de Fermina, etcétera, es decir, todo lo que no es Florentino y uno de sus mayores miedos: verse inferior o no merecedor del amor de Fermina. Porque este el punto que más rechazo me ha producido, el amor ferviente e idealizado que profesa a lo largo de toda la novela Florentino. A mi parecer raya en lo enfermizo, en la toxicidad, en la obsesión y detesto el final de la novela precisamente porque se me antoja como un premio a este talante tan repugnante. No puedo llegar a comprender como alguien puede ser tan obsesivo como para llegar a verse incapaz de superar una ruptura o un amor no correspondido, como puede seguir vigilante, llevando a cabo acciones que hoy en día llamaríamos incluso acoso... en fin, no he sido capaz de soportar a dicho personaje y me ha dejado en todo momento muy mal cuerpo. 

En cambio sí he llegado a apreciar la historia de Juvenal Urbino. Quizá no desde el principio, pues aparece casi como un salvador, viéndose él mismo siempre como un eslabón superior pero, con el tiempo, creo que realmente se muestra como lo que es, un hombre bueno, atado a los convencionalismos y tradiciones de la época, pero bueno al fin y al cabo. En la novela se retrata muy bien cómo es un matrimonio y los estados por los que avanza una relación larga, el amor se modifica y deja de ser la pasión febril del comienzo para ser cariño y amor de comodidad, de confianza y de rutina. Se muestra como se puede encontrar la felicidad en lo más cotidiano sin necesidad de extravagancias y/o una vida glamurosa y esta parte de la historia se me hizo realmente amena llegando a disfrutar enormemente de los personajes. 

Inevitablemente la novela está repleta de crítica social, como viene siendo habitual. Pero lo hace de forma que no es cansino ni rompe con la narración. Como bien dije al principio, tras leer Crónica de una muerte anunciada con 17 años dije que no volvería a leer nada de este autor, por aquel entonces adoraba la literatura juvenil y era prácticamente lo único que leía por lo que dicha novela se me hizo tediosa y aburrida. Por el contrario, en esta ocasión, 6 años después, he disfrutado mucho de la prosa de Gabriel García Márquez. Se me hizo una lectura muy ágil y amena, nada similar a lo terrible que recordaba la pluma del autor, quizá por la madurez literaria de la que, por aquel entonces, carecía. 



3 comentarios:

  1. Es un libro que siempre ha despertado mi curiosidad y como dices posiblemente ahora me ocurriese como a ti y disfrutase de la pluma del autor =)

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  2. ¡Hola! Lo que he leído de García Márquez anteriormente lo he disfrutado mucho y me llama lo que mencionas de cómo plasma ese amor juvenil, aunque seguramente me pase lo mismo que a ti con el final. Aun así, espero poder darle una oportunidad.

    ¡Nos leemos!

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  3. Que maravilla de reseña. Lo leeré ❤️

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