La máquina del tiempo - H.G. Wells
224 pág. | Austral | Junio 2019
―Hace mucho tiempo tuve la idea de una máquina…
―¡Para viajar en el tiempo! ―exclamó el jovencito.
―Y podría viajar absolutamente en cualquier dirección en el tiempo y en el espacio, dependiendo del gusto del piloto.
La máquina del tiempo fue la primera obra de éxito de H.G. Wells y pionera en los viajes en el tiempo. A finales del siglo XIX, un hombre idea una máquina con la que asegura poder viajar en el tiempo. Ante la incredulidad de los científicos de la época, el Viajero del Tiempo consigue llegar al futuro, donde, tras una serie de aventuras, aterrizará a un mundo aterrador habitado por unos seres extraños llamados Eloi y Morlocks
A pesar de lo conocido que es H.G. Wells, no había leído nada suyo anteriormente. De hecho, aunque conocía alguna de sus obras, no me había llamado especialmente la atención. Por lo general, la ciencia ficción no suele ser mi género de cabecera. Dentro de la eterna disputa ciencia ficción vs. fantasía siempre he sido más de fantasía, pero, aun así, decidí darle una oportunidad al autor a partir de que mi guía de lecturas particular -tengo que agradecer desde aquí a Sergio el hacerme leerlo- me instase a leer concretamente La máquina del tiempo y, posteriormente, La guerra de los mundos. Lo cierto es que con ambas novelas me he quedado muy contenta, pues me han gustado mucho, y ello hasta el punto de que han sido dos de las mejores que he leído recientemente.
La máquina del tiempo es una novela de ciencia ficción que, de primeras, casi podemos clasificar como clásica, es decir, nos plantea un escenario en el que se contrapone la realidad actual y sus valores frente a una posible situación futura en la que estos son completamente diferentes. Pero si la obra de Wells es importante es no solo porque haya sentado los pilares del género, sino porque, aunque a priori no parezca tener nada distinto, lo tiene. Nada más comenzar la novela, lo primero que me llamó la atención fue lo explícito que es Wells en su explicación científica acerca de la posibilidad de viajar en el tiempo. No esperaba algo tan pormenorizado, sino que, simplemente, enviase al protagonista al futuro. Pero al comienzo habla detalladamente de la posibilidad de moverse en todas las dimensiones del espacio-tiempo, cosa que me ha gustado mucho. Lo mismo con la fecha que ha elegido; podría haber decidido algo mucho más cercano, por ejemplo, el 2080 o el 5090, fechas lejanas pero que quedan en nada en comparación con el 802.701... Aunque desde luego eso ha ayudado a que la trama fuese más interesante y que conocer a la civilización que puebla el planeta a la sazón sea algo intrigante.
En esta ocasión nuestro protagonista conoce dos razas diferentes en la futura Tierra: los eloi y los morlock. Mientras que los primeros son de algún modo el resultado del perfeccionamiento de nuestra raza, a saber, seres altos, atléticos, con una forma de ser apacible, ingenua y tranquila que viven en la superficie, a plena luz del sol, los segundos se muestran como seres repugnantes, agresivos, desconfiados y acostumbrados a vivir en la oscuridad. Al principio puede parecer que los eloi son la representación de la civilización perfecta, sin necesidad de trabajo, sin dolor, sin grandes preocupaciones... Parece que viven en el paraíso, en el ideal civilizatorio, frente a los morlock, que trabajan recluidos en las catacumbas del mundo. Pero lo cierto es que Wells consigue poner de relieve lo preocupante que es una sociedad como la de los eloi en la que los seres humanos son frágiles, carentes de voluntad consciente y autónoma, sin la inteligencia suficiente para desarrollar ideas propias y que terminan por parecer seres humanos prácticamente inhumanos, ya que no se preocupan por los demás, viven en tranquilidad y armonía unos con otros pero si hay un peligro no se preocuparán por cuidar de los demás. En el propio análisis que Wells hace en La máquina del tiempo se plantea la posibilidad de que los eloi sean los descendientes de una clase adinerada acostumbrada a no tener que hacer ningún esfuerzo, a que todo se le diese hecho, mientras que los morlock serían, precisamente, aquellos que se encargan de dejar todo hecho para los demás, desvelándose como los propios amos frente a los eloi cual si de una materialización de la dialéctica amo-esclavo de Hegel se tratase.
Lo cierto es que La máquina del tiempo ha sido una buena lectura. Me ha gustado especialmente el final, ya que, después de viajar con el protagonista a futuros insospechados y peculiares, encontrarme con ese final abierto me ha dejado completamente fuera de juego. Además, la narración de Wells se hace especialmente cómoda y amena, las páginas pasan sin apenas darte cuenta y la historia capta la atención del lector desde el principio. Como he dicho antes, la verdad es que ha sido una novela que, si bien se me ha hecho demasiado corta, he disfrutado mucho. Me han gustado la historia que cuenta y sus personajes, así como las reflexiones que surgen a raíz del viaje en el tiempo, cómo puede afectar cualquier cambio en el pasado al futuro, cómo el futuro no tiene por qué ser próspero y mejor que el presente sino que puede llegar a ser todo lo contrario, etcétera, etcétera, etcétera. En general, una de las mejores lecturas que he hecho en los últimos meses, aunque insisto en que, precisamente por resultarme tan interesante, me hubiese gustado que fuese un poco más larga simplemente para poder tener un mayor desarrollo y poder dotar de mayor profundidad aún a la trama y, especialmente, a sus personajes.
Me gusta mucho eso de descubrir futuros, soy muy fan de conocer diferentes planteamientos, gracias por el descubrimiento tiene los ingredientes que busco en un libro =)
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