21/8/17

Reseña | El tío Tungsteno





El tío Tungsteno - Oliver Sacks.
Anagrama | 350 p. | 
Oliver Sacks evoca en este apasionante libro de memorias su niñez en Inglaterra. Casi medio siglo después, el ruido que hace al caer una pequeña barra de tungsteno que le ha enviado un científico amigo –junto con una gran tabla periódica con fotografías de todos los elementos–, será la llave proustiana que abra las puertas del recuerdo. Hijo de una pareja de médicos judíos, su curiosidad y deseos de saber fueron alentados desde muy pequeño. Pero cuando tenía seis años estalla la Segunda Guerra Mundial, y es enviado junto con su hermano Michael a un internado en el campo que resulta ser un dickensiano infierno de hambre y penurias regido por un sádico director que torturaba a sus alumnos. Cuando los niños regresan a Londres, después de cuatro años en los que sólo han podido visitar una vez a sus padres, Michael enloquece y Oliver encuentra su personal salvación en el absorbente mundo de la ciencia, con el que consigue dar otra vez orden y sentido a su vida. Quien lo inicia es su tío Dave, el «tío Tungsteno», dueño de una fábrica de bombillas elécticas elaboradas casi artesanalmente, lo que permite un íntimo contacto con el mágico metal y sus transformaciones. Y así, totalmente absorto en la física y la química, el adolescente va descubriendo el mundo experimento a experimento y construyéndose un peculiar paraíso intelectual, donde sus héroes son Lavoisier, Marie Curie, Mendeléiev y su tabla de los elementos...



He tenido este libro desde hace años en la estantería, y la verdad es que me arrepiento de no haberlo leído antes, quizá las cosas hubiesen cambiado, y no estaría actualmente en estas circunstancias (aunque no me quejo de ellas), quizá no hubiese cambiado de idea respecto a la carrera que quería hacer, porque sin duda este libro me ha recordado las pocas ganas que tuve durante cuarto y primero de bachillerato de estudiar cualquiera de las asignaturas de ciencias a pesar de que me gustaban, cosa que durante este libro también le ocurre al autor, pero yo no tuve esa pequeña barra de tungsteno que me recordase lo bonita que era la química (no al menos en ese momento). 

En este libro el autor relata su vida en una familia de médicos judíos, durante los años anteriores a la segunda guerra mundial y también durante la guerra, y como ésta le afectó a él y a toda su familia en general. En el hogar de Oliver Sacks se respira ciencia por todas partes, tanto por parte de sus padres, como de sus hermanos que se encuentran estudiando medicina, pero no son los únicos, ya que el autor cuenta con familiares dedicados al ámbito de la física, de la química y de la biología entre otros, lo que ayuda a estimular su interés por los metales, los diversos experimentos que lleva a cabo, y su curiosidad por cualquier ámbito científico en general. 
Siendo apenas un niño el autor encuentra en las ciencias un consuelo inmenso tras las duras experiencias de la guerra; a largo de toda la novela veremos como el interés por la química de Oliver va aumentando así como sus visitas a diferentes museos y laboratorios, haciendo también sus propios experimentos, alentado por viejos libros y manuales que devora con gran interés aprendiendo datos que posteriormente recitará constantemente de memoria. Sin lugar a dudas la escuela no fue el mayor impulso para el autor a la hora de interesarse por la química, y a pesar de la cantidad de libros que leía tampoco los viejos manuales lo fueron, si no que el ambiente científico que encontramos en su hogar, y las continuas explicaciones de sus padres sobre los motivos de las diferentes aciones cotidianas, en términos de gases, átomos etc  fueron la fuerza que impulsó a Sacks para adentrarse en dicho universo. 

El tío Tungsteno nos presenta el crecimiento de un chico introvertido que debido a las duras situaciones que ha vivido, y a lo peculiar y humano de su ambiente familiar, busca una forma de escape en las ciencias, y en lo previsible de la química, enseñando a los lectores que al contrario de lo que puede parecer las ciencias no tienen que ser algo distante frío, y dedicado únicamente para científicos teóricos como parece actualmente debido a la importancia de la física cuántica, si no que también pueden resultar algo cercano, una experiencia propia por medio de la investigación, del estudio individual y de experimentos.  
A pesar de que en esta novela nos introduce en diversos temas de las ciencias químicas, están impecablemente explicados y no pierde el norte profundizando demasiado, por lo que no se necesita ser un experto en la materia para entender los experimentos, o los datos científicos que se explican.


2 comentarios:

  1. Para mí seguro que sería una ventaja eso de que no profundice demasiado en ciertos temas porque si no fijo que no me enteraría de nada jaja Un besote :)

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    1. Lo explica todo bastante bien, es un libro que normalmente se recomienda leer al final de la secundaria por lo que es muy fácil de comprender cualquier principio de los que se explican en él. Además hace un repaso muy interesante por la historia de la ciencia.

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