¡Hola a todos!
Como viene siendo habitual desde que comencé este blog, cuando llega el verano también llega el Celsius 232 que, para aquellos que no lo conocéis, es un festival de literatura centrado en la fantasía, ciencia ficción y terror. Vamos, que tiene todo lo que me gusta. Aunque este año, como ya le dije a todo el mundo, me sentía un poco fuera de bolos. Llevo demasiado tiempo leyendo ensayo y no-ficción, por lo que en cuanto a tramas de fantasía no sabía qué me apetecía, si es que me apetecía algo. Creo que ese es el motivo por el cual no llegué a comprarme nada, cosa rara.
Recuerdo que las primeras veces que fui, me hice con la saga Electro, de Javier Ruescas y Manu Carbajo, posteriormente también volví con El chico de las estrellas de Chris Pueyo bajo el brazo, y este año... solo muchas ganas de leer a Beatriz Esteban, pero sin saber por cuál de ellos comenzar. Soy demasiado indecisa, precisamente porque me apetece leerlo todo. Se lo comentaba a un amigo hace unos días, estoy en ese mood en el que me apetece leer todo lo que caiga en mis manos, leo varios libros a la vez y cada vez quiero más. Me siento como una devoradora de libros, con todo lo que ella conlleva (así es como me leí Escuadrón y Estelar en apenas unos días).
Este año no volví a ir el resto de la semana, aunque acostumbraba a ir todos los días, pero por cuestiones de agenda (que últimamente soy una chica muy atareada) no pude acudir. De hecho, aproveché esos días para hacer gestiones pendientes en la universidad y un millón de recados más que me alejaban del Celsius. Una pena, aunque siempre volveremos al año siguiente. Una cosa muy curiosa que me pasó este año fue que me encontré con una autora con la que coincidí en mi primer Celsius y cuyo primer libro leí, apenas recuerdo mucho de él ya, pero seguro que su reseña sigue por el blog, de cuando esto era S de Slytherin y no Caerellia.
Como todo en este año 2021, ha sido un Celsius un poco diferente: temperatura, aforos, mascarillas, limitaciones... pero lo importante es haber venido un año más, y sobre todo haberlo disfrutado de nuevo. Si nunca os habéis pasado por Avilés en el Celsius 232, estáis todos invitadísimos a asistir en 2022. ¡Nos leemos!
Debe de ser una bonita experiencia me encantaría poder ir algún día a disfrutar de semejante celebración
ResponderEliminarY q maravilla de casetas
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