9/3/21

Reseña | La caverna

 

La Caverna - José Saramago

441 p. | Punto de lectura | 2003

Goodreads 

Una pequeña alfarería, un centro comercial gigantesco. Un mundo en rápido proceso de extinción, otro que crece y se multiplica como un juego de espejos donde no parece haber límites para la ilusión engañosa. La caverna habla de un modo de vivir que cada vez va siendo menos el nuestro. Todos los días se extinguen especies animales y vegetales, todos los días hay profesiones que se tornan inútiles, idiomas que dejan de tener personas que los hablen, tradiciones que pierden sentido, sentimientos que se convierten en sus contrarios. Una familia de alfareros comprende que ha dejado de serle necesaria al mundo. Como una serpiente que muda de piel para poder crecer en otra que más adelante también se volverá pequeña, el centro comercial dice a la alfarería: «Muere, ya no necesito de ti»



Es la primera vez que leo algo de Saramago, que yo recuerde, y aunque quizá he ido a empezar por el libro más largo como primera toma de contacto, por fin, traigo una lectura con la que me he quedado satisfecha. Decidí ponerme con ella porque cuando empecé las prácticas en el IES, dos de mis compañeros de departamento estaban hablando de ella, y yo, que acepto cualquier recomendación, tomé buena nota de ello. 

Me resulta una reseña difícil de hacer porque es un libro del que realmente podría sacar mucho, hablar de muchos de los temas que trata así que espero ir por partes desgranando todo lo que me ha gustado de esta novela. En primer lugar, lo más llamativo de La Caverna es el estilo, no está escrita al uso, Saramago escribe sin guiones en los diálogos, con muchísimas comas, sin signos de interrogación... son muchos aspectos los que cambian respecto a la narrativa tradicional que nos encontramos en el resto de novelas y, precisamente, será eso lo que más llame la atención. Lo más seguro es que, si no habéis leído nada suyo en este formato antes, el libro se os haga raro, incómodo incluso de leer, en mi caso partía con cierta ventaja porque había estado unos días antes leyendo otras novelas en este estilo y, por ello, el cambio no se me hizo nada extraño, de hecho, creo que se me hará raro volver a leer al "estilo tradicional" después de este atracón. Aún así creo que es un aspecto relevante a tener en cuenta si estáis sopesando leer esta novela, de primeras no es un encuentro cómodo pero, a las pocas páginas, te haces al formato sin problema. 
Aún así, la narración no es rápida, tampoco se hace pesada pero es lenta, no es una novela de las que te lees en una tarde, creo, sinceramente, que merece la pena ir despacio. En ella se cuenta la vida cotidiana, no es una trama plagada de acción y aventura, es una historia tranquila, sin mucho sobresalto y, quizá por eso mismo, incita a una lectura pausada, incluso en mi caso que tiendo a leer ávidamente. 

La novela tiene como protagonistas a Cipriano Algor, su hija Marta y su yerno, Marcial Gacho, aunque, realmente, el principal foco de atención será Cipriano Algor, al cual seguiremos a lo largo de toda la historia. Como os decía, no es una trama trepidante, acompañaremos a nuestro protagonista a lo largo de su día a día en un mundo particular, porque La caverna está ambientada en una sociedad un tanto diferente, por un lado tenemos el lugar en el que viven Cipriano y Marta, un lugar tranquilo donde se mantienen las costumbres y los valores, en contacto con la naturaleza, un mundo sencillo, ambos se hacen cargo de la alfarería que Cipriano ha regentado toda su vida, sin sobresaltos de ningún tipo, pero, por otro lado, tenemos el Centro, lugar en el que trabaja su yerno, Marcial Gacho. El Centro es una gran ciudad cerrada, dentro de ella hay absolutamente de todo, no necesitan salir de allí para nada, cualquier experiencia o cosa que necesiten pueden obtenerla dentro de sus muros, además, entrar y salir está regulado, en contraposición con el mundo del que provienen Cipriano y Marta el Centro es un lugar frío, en el que las industrias marcan el ritmo. 
La novela en sí nos contará la vida de estos tres personajes, su relación con el Centro y con el lugar en el que viven, cómo subsisten y cuáles son sus expectativas de futuro, en cómo seguir manteniéndose sin ser absorbidos por la fuerza y poder que tiene el Centro. De nuevo, reitero, su vida no tiene grandes giros argumentales ni momentos de acción, pero porque esa no es la finalidad de la novela de Saramago, lo importante no es al final la historia en sí, sino lo que se intenta contar con ella, lo que se lee entrelíneas.

He de decir que me ha gustado, no tanto por la trama sino porque se me hizo muy agradable de leer, como os comentaba, la he ido leyendo con calma y siento que la he disfrutado mucho más que otras historias, a pesar de que no sea una historia emocionante. También destacar lo que yo he sacado de su lectura, la intención que hay detrás de contar la vida de Cipriano Algor, de su familia y de su mundo. Muestra como una sociedad artesanal, agraria, con su ritmo propio y sus propios rituales agoniza en pos de una sociedad industrializada, tecnificada, la típica de las grandes ciudades con su rápido ritmo de vida. Aparece el Centro como el gran gigante que todo lo tiene bajo su control, que hace operar con sus propias normas, que decide qué sirve y que no, cuándo algo le beneficia y, por tanto, le interesa y cuando comienza a ser prescindible. Observamos también cómo el Centro se constituye como el perfecto distribuidor de todos los bienes y las riquezas, a la par que se muestra como una sombra de la propia realidad, creador de todo tipo de experiencias, simuladores de las cuatro estaciones, acuarios virtuales en lugar de animales reales, recreaciones de paisajes, todo ello sombras de la realidad haciendo, por tanto, el Centro de una suerte de caverna platónica en la que sus habitantes quedan absortos por sus sombras olvidando que éstas no son más que recreaciones de lo que hay más allá de sus muros.

“Decimos a los confusos, Conócete a ti mismo, como si conocerse a uno mismo no fuese la quinta y más dificultosa operación de las aritméticas humanas, decimos a los abúlicos, Querer es poder, como si las realidades atroces del mundo no se divirtiesen invirtiendo todos los días la posición relativa de los verbos, decimos a los indecisos, Empezar por el principio, como si ese principio fuese la punta siempre visible de un hilo mal enrollado del que basta tirar y seguir tirando para llegar a la otra punta, la del final” 

En definitiva, sin querer alargarme más en el comentario de esta novela diré que, en lo que llevo de año, es de las que más he podido disfrutar. Constantemente estaba deseando seguir leyendo para tener un poquito más de la historia, que no de saber qué iba a pasar porque, en realidad, no te crea una gran intriga, y a la par no quería tener que dejar de leer su historia. Diría que es uno de esos libros que, en algún momento, tienes que leer. 





5 comentarios:

  1. Me gusta que sea algo diferente a lo que solemos encontrar a veces me gusta adentrarme en una historia que va más allá de modas y está parece tener los ingredientes para hacerme disfrutar gracias por el descubrimiento

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  2. ¡Hola! Me alegra ver que ha sido una historia de la que has disfrutado. Personalmente no es una lectura que me llame especialmente la atención, por lo que en esta ocasión prefiero dejarlo pasar.

    ¡Nos leemos!

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  3. Lo cierto es que nunca me ha atraído lo más mínimo este autor :/

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  4. ¡Hola, hola!
    Pues, aunque conozco al autor, no me llama demasiado la atención el libro, si te soy sincera. De todas formas, me alegro que tú lo hayas disfrutado. Gracias por la reseña.
    ¡Un besazo ^^!

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  5. Hola, nunca he leído nada del autor, pero tampoco es que me llame mucho la atención sus obras, así que esta vez lo dejo pasar.
    Besos desde Promesas de Amor, nos leemos.

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