Reflexión momentánea

No, esto no es una reseña, ni si quiera es parte de alguna sección personal de este blog, y ni si quiera tiene que ver con los libros. Pero ¿Sabéis qué?, que este pequeño espacio es mío, y subo lo que me apetece, por lo tanto, necesitaba plasmar esto, y necesitaba contároslo, por si acaso, se da la casualidad y alguno de vosotros ha perdido el rumbo de su barco, y tiene miedo de estrellarse contra el inminente iceberg.




Supongo que todos tenemos años, meses, semanas, días, que dan mucho asco, y en mi caso digamos que es una mala racha. Algunos hablan de la crisis de los cuarenta, o de los cincuenta, yo os hablo de la crisis de los dieciocho (si no existe, queda inaugurada),no tengo demasiado claro cómo voy a comenzar esto, simplemente diré que he venido todos estos años con el piloto puesto, bueno, no siempre, supongo que hay edades a las que todos estamos a la deriva, pero creo que he llegado a un puerto hace unos años, justo coincide con la fecha en la que abrí este blog, y me he puesto piloto automático, pero he llegado a lo que quería, y me he quedado un poco en blanco. 
Y hay noches, como esta, en las que no sé muy bien ni a dónde voy, ni el motivo, ni nada, ni si quiera tengo preguntas, es como presentarte a un examen sin haber abierto el libro, ni asistido a clase, y es bastante desconcertante. Por si no lo habéis visto, he estado un poco de parón en el blog, aunque no he tenido parón lector, simplemente he ido leyendo sin subir nada aquí, porque no me sentía con ganas para ser sinceros, y no es porque le haya perdido el gusto a esto, sino porque a veces una necesita despejar de todo, incluso de lo que le gusta, y yo sigo intentando que esto sea un hobbie, y no un trabajo o una obligación, por lo que a veces me veo muy agobiada, con todo lo que tengo que ir subiendo, en determinadas fechas y plazos. 

Pero, yo no quería hablaros de esto, no quería contaros nada del blog, yo solo venía a explicaros, que hay un momento en que te plantas, y quieres ver respuestas a preguntas que no sabías ni que tenías, dudas que ni conocías, y este es mi momento. Me he plantado, y he visto que no sé absolutamente nada de nada de nada, y me he visto a la deriva de la corriente, esperando a que otros decidan coger el timón por mí. No sé vosotros pero yo he tenido esta sensación hace unos años, y no es agradable sentirse tan ¿perdido?. 
Por eso es el título de esta entrada, no es una despedida a vosotros, ni si quiera es que no seguiré por aquí, simplemente es que yo, como persona, necesito hacer un buen punto y coma, de esos que haces con el permanente más gordo que hay en el estuche, y comenzar a escribir de nuevo con el bolígrafo más bonito que encuentres, o con el que mejor escribe de todo el cajón. Necesito romper, con todo lo que he sido estas últimas semanas, y meses, coger el timón, echarle una buena mano de pintura a la vida, y encauzarme de nuevo...y todo esto suena genial, pero no sé ni por dónde empezar, espero no ponerme a hacer la casa por el tejado, e ir poco a poco juntando los cimientos de mi nuevo barco. Necesito una revolución en mi vida ¿sabéis?, de esas que no dejan nada de lo que estaba antes, y no puedo hacerla a medias. 

Espero saber qué hacer, cómo empezar, y dónde está mi rumbo, porque la verdad es que lo veo difícil, necesito un cambio tan  grande para encontrarme de nuevo entre tanto oleaje que...os iré contando. Y si vosotros también os habéis perdido un poco, simplemente espero que encontréis de nuevo los carriles, y que cuando lo hagáis sea de verdad, tomando el rumbo que queréis sin miedo, y olvidando cualquier problema del fondo, porque seguro que  no merece la pena.
Hasta entonces, nos leemos pequeñines.